Comerciantes e professores em Turin no Reino de Saboia.
Registos das cidades de Turin, Genova, Lugano.
Apelidos envolvidos, Bovier, Garnier, Duroni, Paroldo.
Entrambi assolutamente rarissimi, sia Paroldi che Paroldo sono tipici dell'area che comprende il savonese ed il basso Piemonte, dovrebbero derivare dal toponimo Paroldo nel cuneese.
En el "Handels Almanach oder Uebersicht des in den verschiedenen Ländern" de 1838 ( Bayerische Staatbibliothek ) se registra esta casa de "José Paroldo e Hijos" como banqueros.
También consta con igual actividad en "The Bankers Magazine" y en el "Almanach du commerce de Paris", éste entre 1820 y 1842, siguiendo activo en 1844, 1847.
En 1819 ya alquila una casa "José Paroldo y Cía" a Simón Noguer.
Negocios de banca y quincallería. En 1848, fábrica de papel.
En 1843 resulta afectado por la Suspensión de Pagos del comerciante de la Corte Francisco Javier Albert, constructor del Puentes de Triana, en Sevilla y del Puente de San Pedro en el Puerto de Santa María.
En 11-1844 interviene en la suscripción de acciones de la Sociedad de Fomento Industrial y Mercantil.
En 7-1850, afectado por la quiebra del banquero de Madrid Francisco Javier Albert, ha de hacerse cargo, junto con otros acreedores del quebrado, del Puente de San Pedro, que éste se había comprometido a construir en el Puerto de Santa María.
Cuando en 1-3-1867 se liquida del Crédito Comercial y Agrícola de Córdoba consta "Juan Paroldo", titular de 20 acciones; también interviene en 1854 en la fundación del Círculo de la Amistad de Córdoba. 'vinculado con la citada "José Paroldo e hijos"'.
Fuentes: "La liquidación del Crédito Comercial y Agrícola de Córdoba", de Rafael Castejón Montijano.
Relación de socios fundadores del Círculo de la Amistad de Cordoba
Guia Mercantil de España, Cordoba
Diputado á Cortes y Grobernador civil en distintas poblaciones, á fines del año 1875 fué agraciado por la Corte Romana con el título de Marqués P. de Jover.
En 11-1844 interviene en la suscripción de acciones de la Sociedad de Fomento Industrial y Mercantil.
En 7-1850, afectado por la quiebra del banquero de Madrid Francisco Javier Albert, ha de hacerse cargo, junto con otros acreedores del quebrado, del Puente de San Pedro, que éste se había comprometido a construir en el Puerto de Santa María.
Cuando en 1-3-1867 se liquida del Crédito Comercial y Agrícola de Córdoba consta "Juan Paroldo", titular de 20 acciones; también interviene en 1854 en la fundación del Círculo de la Amistad de Córdoba. 'vinculado con la citada "José Paroldo e hijos"'.
Fuentes: "La liquidación del Crédito Comercial y Agrícola de Córdoba", de Rafael Castejón Montijano.
Relación de socios fundadores del Círculo de la Amistad de Cordoba
Guia Mercantil de España, Cordoba
El 11 octubre la Ciudad decidió que el importe de la Plaza de Toros se librase contra Juan Nepomuceno García a favor del depositario general del Ayuntamiento, D. Nicolás Vázquez, con rebaja de lo librado ya a favor de D. José Paroldo por el importe de las fornituras traídas de Sevilla para la dotación de la Milicia Nacional.
«También le gustaba la música pues había sido escolanet en Cataluña y simultanea el violín con la paleta.
Jover y Paroldo (D. José).—Distinguido vate, hijo del diputado á Cortes que fué varias veces por Córdoba D. Amador Jover y Toro y de D.* Antonia Paroldo.
Tuvo en felices tiempos abiertos sus salones de la calle de Saravías á las letras y á la hermosura cordobesas, rindiendo así ferviente culto y admiración á entrambas y formando con las flores de la poesía y los encantos de la mujer un precioso ramillete, honra de esta ciudad ilustre por tantos conceptos.
Diputado á Cortes y Grobernador civil en distintas poblaciones, á fines del año 1875 fué agraciado por la Corte Romana con el título de Marqués P. de Jover.
De sus poesías merecen especial mención su oda «A Pío IX», «La vida del campo», de sabor local y buen estilo, «A la muerte de Pío IX», el romance «A la venida del Rey á Córdoba», «Meditación», de gusto clásico y los sonetos «Al Gruadalquivir » y «La Yesca.»
La tradición y otras revistas católicas y publicaciones contaron con su concurso, valioso y ameno en los géneros religioso y festivo.
Muy notable es el soneto con que invitó á sus amigos á una fiesta en su casa la Noche-buena de 1872. Helo aquí:
«Aunque me muerda la punzante crónica,
invito á todo aquel de estro poético,
no á certamen científico y patético,
sí á cena suculenta y filarmónica.
No á infusiones de Thé, Tila ó Verónica,
sí á los pemiles de animal atlético;
no á pollo sin pechuga magro y ético^
sí al pavo que digiere la sardónica.
Es noche de placer, vate católico.
Por engullir dejemos lo político,
aunque después nos mate agudo cólico.
El veinticuatro llega, el lance es crítico,
ánimo, pues, que amando lo bucólico,
siempre grande serás^ nunca raquítico.»
La infausta suerte, en vez de sonreír al señor Jover y Paroldo, hízole una mueca y le obligó á abandonar esta tierra tan querida de él cuanto llena de recuerdos para su corazón y trasladarse á los Madriles, donde ha fijado su residencia Dios
sabe hasta cuando.
Córdoba ha visto con gran sentimiento la partida del señor Jover, poeta originalisimo y deplora las íntimas y malhadadas causas que le han hecho tomar esta determinación.
Jover y SanS (Amador).—Jurisconsulto y delicado poeta es el autor de las Flores Marchitas^ que no porque así se titule el libro deja de encerrar producciones en que resultan la frescura y lozanía que les diera una imaginación regulada por un alma pensadora.
Ya por los años de 1855 publicó en Cádiz sus primeros Ensayos poéticos.—Imp. de la «Revista Médica» que dedicó á su tía D. Antonia Jover y Paroldo.
La habitación destinada al acto mas indispensable de la vida es hermosa y
estensa. Y sin embargo, cuando llegó la hora de ocuparla al son de los villancicos
que entonaban los mas pollos, se vio toda completamente ocupada
por dueños y convidados. Allí se sirvieron con gran profusión los mas esquisitos
platos, los mas suculentos fiambres, las pastas y los dulces mas delicados,
y vinos nacionales y estrangeros, que de tal manera avivaban las poéticas
imaginaciones de todos, que la inspiración hervía en los cerebros, deseando
derramarse en copiosos raudales, que debían demostrar la exuberancia
de genio, si se me puede permitirla frase, que abunda en los hijos de
este privilegiado país. Al pavo en sus diversas manifestaciones, al indispensable
jamón, al vizcocho y al turrón significativo y propio, sucedió la décima
y la seguidilla, el romance y la octava. De estas últimas leyó para empezar
unas lindísimas el Sr. D. José Jover y Paroldo, glosando el soneto conque
había invitado para la fiesta. En ellas demostró que sirve lo mismo para
un fregado que para un barrido, y que si supo preparar una mesa deliciosa,
también sabe ocupar un puesto distinguido entre los vates cordobeses.
La dificultad de la empresa era grande, y mas aun si se considera que se propuso
dedicar un recuerdo a todos los presentes y ausentes, y de tal manera
lo hizo, que los aplausos fueron atronadores, especialmente cuando dedicó
su último pensamiento a su esposa, a su hija y a su madre: que la grandeza
del asunto agigantaba entonces el mérito indisputable de la poesía.
registros.